Con 23 títulos de Grand Slam en su haber, Serena Williams sin duda sabe un par de cosas sobre premios en metálico. Sin embargo, en el último episodio de Los calientesLa leyenda del tenis retirada contó una historia divertida para demostrar que los pagos ciertamente no siempre fueron su principal prioridad.
Mientras devoran la línea de alitas picantes, el anfitrión… Sean Evans Le pidió a Serena que comentara sobre los rumores de que “raramente” cobraría su premio en dinero y que una vez intentó “sin éxito” depositar un cheque de $1 millón en un cajero automático.
“Nunca jugué por dinero”, dijo después de confirmar que las historias eran ciertas. “Jugué porque amaba el deporte… Ni siquiera sé si quería jugar para ser la mejor; quería ganar”.
Serena recordó que su asesor fiscal a menudo tenía que recordarle que debía recoger sus ganancias durante las giras, especialmente después de perder.
“Mi recaudador de impuestos me decía: ‘¿No has cobrado tu dinero?’ y yo le respondía: ‘Ah, no he cobrado ese de Zúrich’, ‘Ah, me olvidé del de Moscú’… Yo solo jugaba para ganar”, dijo. “Y si no ganaba, no pensaba”.
Finalmente, recibió un cheque por un millón de dólares de ganancias acumuladas. Sin embargo, Serena no estaba acostumbrada a manejar grandes sumas de dinero en ese entonces, por lo que tuvo algunas dificultades para cobrarlo.
“Nunca gasté mucho dinero, ¿sabes? Me lo tomaba muy en serio. No sé qué me pasó”, dijo. “Pasé por el drive-thru… y el tipo me dijo: ‘Eh, creo que tienes que entrar para esto’, y yo le dije: ‘Ah, vale’… lecciones que aprender”.